El 6 de Octubre del 2006 cambió mi vida. Durante mi visita a IFEJA tuve la suerte de conocer a Manolo Hermoso que estaba en el Stand de Down Jaén. Me invitó a visitar la sede de la asociación que, por aquel entonces, estaba al final de la Avenida de Andalucía y ya nada fue igual.

De la misma manera que yo entré a los pocos días por la puerta, entró en mi corazón todo lo que rodea a esta asociación que me ha llenado la vida de experiencias a cual más bonita.

Lola Gómez me propuso tener el honor de ser el embajador de la asociación y hasta hoy he ido acumulando momentos mágicos, experiencias inolvidables y, por encima de todo, toneladas de cariño incondicional de todas y cada una de las personas que forman parte de este colectivo.

De la misma forma que he ido viendo como crecían muchas de las personas que han llegado a este mundo y a la asociación, pasando de estar en mis brazos con pocos días de vida a ver como actualmente me sobrepasan en la altura, he ido creciendo como persona, mejorando a nivel personal con el ejemplo de cada uno de mis “corazones preferidos”, de mis “cracks”.

Cada vez que alguien me da las gracias por lo que he hecho respondo lo mismo: soy yo el que tiene que dar las gracias por las lecciones que recibo cada vez que compartimos nuestro tiempo juntos.

El mundo junto a las personas con Síndrome de Down es un universo donde no tienen cabida la envidia, la maldad…

Y es un reino donde las cosas son muy distintas a como lo imaginan los que no lo han visitado nunca.

Los objetivos también se acaban consiguiendo como en cualquier sitio pero con mucho más mérito. Algunas cosas no son tan fáciles de conseguir porque suponen tiempo, esfuerzo, confianza y constancia extra, pero al final, se suelen conseguir también.

¿Diferentes?. ¿Quién no lo es?. ¿Discapacidad?. ¿Quién no tiene alguna para determinadas cosas?.

Intentemos seguir el camino mientras nos descargamos de prejuicios y de etiquetas vacías.

Ojalá el mundo girara a veces con la filosofía y la visión de las personas con Síndrome de Down porque el ser humano sería mucho más feliz y viviríamos en un mundo infinitamente mejor.

Gracias por dejarme aprender a mejorar como persona, gracias por dejarme formar parte de vuestra vida, gracias por vuestro ejemplo y gracias por dejarme entrar en vuestro mundo.

Sé lo mucho que me queréis y sabéis también, de sobra, lo mucho que yo os quiero.